La similitud estructural entre el Hexahidrocannabinol (HHC) y el Tetrahidrocannabinol (THC) permite que el HHC se enlace con los receptores del sistema endocannabinoide conocidos como CB1 y CB2. Esta afinidad explicaría por qué el HHC puede producir efectos similares a los que se experimentan con el THC. Ambos compuestos interactúan con estos receptores en el cuerpo, lo que puede dar lugar a una variedad de efectos psicoactivos y terapéuticos, aunque se necesita más investigación para comprender completamente su perfil de efectos y sus aplicaciones potenciales. Aunque ambas sustancias comparten similitudes en su estructura química, es importante destacar que el Hexahidrocannabinol (HHC) difiere del Tetrahidrocannabinol (THC) en la adición de carbonos hidrogenados, un enlace de carbono adicional y la presencia de un átomo de éster. Estas diferencias hacen que el HHC sea considerablemente más estable en comparación con el THC. Se sugiere que esta mayor estabilidad podría hacer que el HHC sea menos propenso a la degradación causada por el calor y la exposición a la luz solar, lo que podría contribuir a una vida útil más prolongada en los productos que lo contienen.